El espíritu MINI

Así es como lo llaman los franceses... se trata de una de las principales características de esta flota de barcos, y es la relación que se establece entre todos los corredores. Como una gran família, nos ayudamos unos a otros, y la rivalidad pasa a un segundo plano y siempre en el agua, nunca en tierra.

En la pasada regata, la Mini Pavois, unos 5 minutos antes de la salida, un barco tenía problemas con el piloto NKE, y a través de la VHF varios corredores le fueron indicando cómo resolver el problema. La gente se esfuerza para ayudar a los demás, ya que todos sabemos que cualquier día nos puede tocar a nosotros, y en el mar estás muy solo.

Las regatas que he hecho en el Atlántico, las flotas son de unos 70 barcos, y la verdad es que da mucha seguridad ya que navegamos "en flota", algunas veces con barcos a la vista, y a la escucha permanente, y esto te hace sentir muy seguro. Cuando llegas a tierra, tus rivales te esperan para comentar la regata y compartir el "pique" que puedes haber tenido en el agua.

En tierra, todo es abierto, puedes preguntar, medir, entrar en los barcos... nadie esconde nada... yo personalmente he ido a regatistas punteros a preguntarles trimajes, configuraciones de velas y otras cosas, y te lo cuentan todo sin problemas y con ilusión. Para ellos es una forma de avanzar, si yo voy más rápido, esto les hará mejorar a ellos. Es otra forma de pensar, más inteligente creo, pues las diferencias en regata se deben a una multitud de factores y no hay que tener miedo a que los otros vayan más rápido. La forma es aprender unos de otros.

Esta es una de las cosas que más admiro de esta clase, el "buen rollo" que se respira y el compañerismo, que por otro lado no quita la competitividad en el agua. Las dos cosas conviven perfectamente y para mi es un ejemplo a seguir, no sólo en el mundo de las regatas sino en la vida en general. Compartir conocimientos es avanzar!